Encontrar el ritmo hacia un balance hormonal
Y lo que me hubiera gustado saber a los quince
Mis dudas despertaron con un ciclo menstrual irregular.
"A todas les pasa", pensé. Luego venía un ciclo normal, y el siguiente, otra vez irregular. "Algo no anda bien", me decía mi intuición.
Sí, leíste bien: voy a hablar sobre el ciclo menstrual, o como comúnmente decimos entre amigas, “andar en tus días”. No es un tema del que se hable con naturalidad, porque se nos enseñó que esto —lo más normal en el cuerpo de una mujer— debía mantenerse en secreto. Inconscientemente, aprendimos a sentir vergüenza, a esconder la toalla femenina cada vez que la sacábamos antes de salir corriendo al baño.
Recuerdo muy vívidamente que en sexto de primaria, una mañana, a la primera del grupo “le había llegado”. Estábamos emocionadas por saber quién sería la primera en convertirse “en toda una mujer”. Queríamos apresurar el tiempo para sentirnos adultas, pero luego aparecía esa idea contradictoria: tener que esconder todo lo que nos hace mujeres.
Este es un tema del que se habla poco, del que sabemos aún menos, pero que deberíamos conocer y entender, no solo por nosotras, sino porque todos tenemos una mamá, una hermana, una hija.
Descubrí el libro Flo, de Alisa Vitti, una de esas típicas recomendaciones para mujeres en sus veintes. Al principio no creí necesitarlo; siempre me había sentido bien, mis ciclos eran regulares, y nunca sospeché un desbalance hormonal… hasta que dejaron de serlo, sin razón aparente. No había cambios en mi rutina, ni en mi alimentación. Así que comencé a buscar respuestas.
Cuando empecé a leer, me sentí avergonzada.
Por no saber toda esta información.
Por preguntarme cómo era posible que nunca nadie me lo hubiera enseñado.
Hoy, más que nunca, creo que es necesario aprender a conocernos, a tener autonomía sobre nuestro cuerpo. Por eso, quiero compartir lo que he aprendido, y cómo voy encontrando poco a poco el equilibrio hormonal. No tengo todas las respuestas (ni siquiera he terminado el libro), pero te dejo esta información para que tú también formes tu propio criterio. Espero que te sirva y te ayude a ver tu ciclo menstrual desde otra perspectiva.
Dile hola a tu segundo reloj: el ritmo infradiano
Hace poco aprendí que las mujeres necesitan dormir entre 8 y 10 horas por noche. Pero años atrás, un doctor me dijo que con 6 a 8 horas era suficiente. Resulta que ese rango aplica a los hombres, no a nosotras. Nuestra energía femenina es cíclica.
Quizá te preguntes: ¿qué significa eso?
Tanto hombres como mujeres tenemos un reloj biológico que regula funciones como la digestión, el metabolismo, el sueño y la producción hormonal. Este reloj es el ritmo circadiano, y sigue un ciclo de 24 horas.
Pero nosotras, además, tenemos un segundo reloj: el ritmo infradiano. Este influye en nuestra vida durante más de cuarenta años, está conectado con las cuatro fases del ciclo menstrual, y afecta nuestra fisiología y química cerebral. En otras palabras, somos seres cíclicos, y eso nos otorga fortalezas distintas en cada etapa del mes.
¿El problema? Que la mayoría de las mujeres no vivimos en armonía con ese ciclo. No porque no queramos, sino porque nunca nos enseñaron a hacerlo. Nuestro concepto del tiempo está basado en el ritmo de 24 horas un modelo masculino, alineado con la producción de semen y utilizado en la mayoría de las investigaciones médicas.
Por eso aprendimos a forzarnos, a rendir al máximo todos los días, y solo al final descansar. Pero esta comparación no pretende establecer quién es mejor o más capaz. Solo resaltar que somos diferentes, y tenemos necesidades distintas. Eso no significa que no podamos tener las mismas oportunidades, pero sí que debemos aprender a escucharnos.
Deja de ignorar a tu segundo reloj
Vivimos en una sociedad que marca el ritmo: levántate, trabaja, entrega, corre, produce. Nos movemos al compás del tiempo lineal. Pero nuestra mejor versión aparece cuando dejamos de ignorar el ritmo infradiano.
La clave está en hacer las cosas en el momento adecuado, alineadas con nuestro ciclo. Ignorar este segundo reloj no solo afecta la menstruación o la fertilidad; también puede impactar otras áreas como el sistema digestivo, la energía diaria, la piel y el estado de ánimo.
La autora del libro menciona cómo muchas mujeres con síndrome de ovario poliquístico, endometriosis y otros desequilibrios hormonales encontraron mejoras al alinear su estilo de vida con su ciclo. Incluso los cólicos, el bloating (hinchazón) y el acné pueden reducirse.
No hablo desde la experiencia médica, ni pretendo sustituir una visita al ginecólogo. Pero sí me impactó ver cómo se puede optimizar el cuerpo femenino a través de cambios simples, en sintonía con nuestras fases hormonales.
Comer en sintonía con cada fase
La autora hace un paralelo muy interesante entre el ciclo menstrual y las estaciones del año:
Fase folicular (primavera interna): Es un nuevo comienzo. El metabolismo se alenta, así que se recomiendan comidas más ligeras.
Fase ovulatoria (verano interno): Aquí suele haber un pico de estrógeno. Lo ideal es consumir alimentos que beneficien el corazón y mantengan el equilibrio hormonal.
Fase lútea (otoño interno): Los niveles de progesterona bajan. Se recomiendan comidas ricas en fibra para apoyar la digestión y el equilibrio hormonal.
Fase menstrual (invierno interno): Es crucial consumir micronutrientes que apoyen la sangre y alimentos que ayuden a los riñones, ya que las hormonas descienden notablemente.
Todo esto es solo una parte de lo que he leído y sigo aprendiendo. Pero creo que es un buen punto de partida para escuchar a nuestro cuerpo, cuidarlo y mejorar nuestra salud hormonal. El proposito es tratar de entender como nuestras hormonas pueden influenciar nuestras fortalezas cada mes. 1
Es fácil sentirse abrumada con tanta información, o caer en el estrés de querer hacer todo al pie de la letra. Pero no se trata de perfección. Si un día comes algo que no corresponde a la fase en la que estás, no arruinas tu ciclo. Esta guía está diseñada para ayudarte a optimizar tu energía, no para castigarte. Y para que te motive a buscar las respuestas que buscas, reconectar contigo y si estás buscando balance recuerda que empieza desde adentro.
Comparte esto con tu amiga, tu mamá, tu hermana, o cualquier mujer cercana a ti. Que estos pequeños hábitos mejoren nuestra calidad de vida, que aprendamos a dejar de sufrir por tener un ciclo menstrual, y que amemos ser mujeres con toda la extensión de la palabra.
Te dejo esta postal,
Andrea
In the Flo - Unlock Your Hormonal Advantage and Revolutionize Your Life - Alisa Vitti